¿No te pasa que llegas a fin de mes y te preguntas dónde ha ido todo el dinero? A mí me sucedía hace un par de años, y no fue hasta que empecé a apuntar mis gastos y a buscar soluciones que di con una regla sencilla que me encajaba: la regla 50/30/20. No soy economista, así que necesitaba algo práctico. Esta idea, que no inventé yo —la popularizó la profesora y política Elizabeth Warren—, consiste en repartir tu sueldo en tres bolsas: lo que tienes que pagar sí o sí, lo que te quieres permitir y lo que guardas. Te cuento cómo la aplico yo.
¿En qué consiste la regla 50/30/20?
La mitad de lo que cobras, ya libre de impuestos, se va a cosas básicas: techo, comida, luz, transporte o préstamos. Un 30 % te lo quedas para darte gustos: un café, una cena con amigos, un curso de yoga o esa suscripción a Netflix que no quieres dejar. El 20 % restante ni lo tocas; lo mandas directo a tus ahorros o a una inversión. La calculadora de ahorro mensual de Calculify me ayudó a visualizar estos porcentajes y ver cómo encajan en mi caso.
Pasos para aplicar la regla 50/30/2
- Calcula tu ingreso neto: Haz cuentas de cuánto cobras de verdad: coge tu nómina, mira lo que descuenta Hacienda y la Seguridad Social y reparte las pagas extras entre todos los meses. A veces creemos que cobramos más de lo que realmente entra en la cuenta.
- Clasifica tus gastos: La parte más tediosa pero también la más reveladora es ver en qué gastas. Yo descargué mis movimientos del banco en una hoja de cálculo y fui marcando lo que era imprescindible y lo que era antojo. Me llevé unas sorpresas con suscripciones que ni recordaba. Esos microgastos acaban sumando más de lo que crees.
- Asigna el 50 % a tus necesidades: La categoría de necesidades incluye el alquiler o la hipoteca, facturas de suministros, comida, el abono de transporte… Si sumas y te sale más de la mitad de tus ingresos, plantéate negociar tarifas o buscar alternativas más baratas.
- Reserva el 30 % para tus deseos: La bolsa del 30 % es la más divertida. Aquí caben tus escapadas de fin de semana, el gimnasio, salir a cenar o comprar ropa. Pero ojo: me pasó que un mes gasté más de la cuenta y al siguiente tuve que recortar. Para no caer en compras impulsivas, ahora espero un día antes de comprar algo que no necesito.
- Dedica el 20 % al ahorro o la inversión: El último 20 % va directo a mis metas. Primero llené un fondo de emergencia que me da tranquilidad para tres meses. Después empecé a poner dinero en un fondo de inversión y en un plan de pensiones. Cada uno puede elegir el vehículo que mejor le vaya, pero lo importante es no dejar ese dinero en la cuenta corriente donde se evapora.
- Ajusta la fórmula a tu situación: No hay fórmulas universales. Si vives en Madrid y el alquiler es alto, quizá tengas que ajustar los porcentajes. La regla 50/30/20 es una guía, no un dogma. Lo que importa es que te sirva para ahorrar con constancia.
Consejos para optimizar tu presupuesto
- Pon tus ahorros en piloto automático: Programa una transferencia al principio de mes para no tener que pensar en ello.
- Tira de apps: Hay aplicaciones que clasifican tus gastos por ti y te ayudan a ver en qué se te va el dinero.
- Revisa esos pequeños gastos diarios: Parecen insignificantes pero suman —como el café de media mañana o la suscripción a una app que no usas.
- Dale un repaso a tus seguros y suscripciones: Yo cancelé varios que ya no utilizaba y ahorré más de lo que esperaba.
- Si puedes, busca formas de ingresar algo extra: Vender lo que no usas, ofrecer servicios por tu cuenta, alquilar una habitación… todo suma.
Ventajas y limitaciones de la regla 50/30/20
Lo bueno de la regla 50/30/20 es que no necesitas ser experto para empezar a poner tus finanzas en orden. Te obliga a ahorrar y te hace pensar antes de gastar. Aun así, cada situación es distinta; si tu alquiler se lleva más de la mitad, ajusta los números y haz tu propia versión. Nadie mejor que tú conoce tu bolsillo.
Conclusión
A mí me ha dado resultado y me siento más tranquila sabiendo dónde va mi dinero. Si te animas a probarla, cuéntamelo: me encantará saber cómo te ha ido. Y si quieres hacer cuentas sin volverte loco, las calculadoras gratuitas de Calculify te pueden ayudar —yo uso la calculadora de ahorro mensual y la calculadora de microgastos todo el tiempo.