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El cálculo del sueldo neto en España implica aplicar las retenciones correspondientes al salario bruto. Estas retenciones incluyen el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) y las cotizaciones a la Seguridad Social.
Cada comunidad autónoma puede establecer sus propios tramos y tipos de gravamen del IRPF, lo que puede generar diferencias significativas en el salario neto final.
El IRPF se calcula aplicando los tramos de la tarifa estatal más la autonómica correspondiente a tu comunidad. Los tramos van desde el 19% hasta el 47% en función de tus ingresos anuales, situación familiar y otras circunstancias personales.
Con 12 pagas, el salario anual se divide entre 12 meses. Con 14 pagas, se añaden dos pagas extraordinarias (normalmente en junio y diciembre) que pueden tener una retención de IRPF diferente, generalmente más favorable.
Cada comunidad autónoma puede fijar sus propios tramos y tipos del IRPF dentro de ciertos límites. Por ejemplo, Madrid tiene tipos más bajos que Cataluña, lo que resulta en un mayor sueldo neto para el mismo bruto.
Puedes deducir gastos como los intereses de la hipoteca de tu vivienda habitual, aportaciones a planes de pensiones (hasta ciertos límites), gastos de guardería, donaciones a ONGs, y otros gastos específicos según tu situación personal.
El sueldo bruto es la cantidad total acordada con la empresa antes de aplicar retenciones. El sueldo neto es lo que recibes finalmente tras descontar IRPF y cotizaciones. La diferencia puede superar el 30 % dependiendo de tu situación personal.
Los tramos se revisan anualmente en los Presupuestos Generales del Estado. Nuestra calculadora se actualiza cada vez que se aprueban cambios para ofrecer datos precisos.
Si las pagas extraordinarias están prorrateadas, las retenciones se distribuyen en 12 mensualidades. Si se abonan aparte, la retención de IRPF en cada paga extra es menor al no aplicarse cotizaciones.
Es posible ajustar el tipo de retención al comunicar a la empresa tus circunstancias familiares o al realizar aportaciones a planes de pensiones. No obstante, la Agencia Tributaria regularizará la situación en la declaración anual.
Esta herramienta está pensada para trabajadores por cuenta ajena. Los autónomos deben considerar sus propios gastos deducibles y cotizaciones, por lo que recomendamos utilizar otros recursos especializados.
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