Fondo de emergencia: cuánto ahorrar y dónde guardarlo

Persona ahorrando para un fondo de emergencia
Tener un fondo de emergencia te da tranquilidad ante imprevistos.

Hace unos años me quedé sin coche de repente: una avería inesperada que me obligó a tirar de tarjeta y comerme a plazos el arreglo durante meses. Ahí comprendí lo importante que es contar con un fondo de emergencia. Un colchón que nos evita pedir préstamos o vivir con miedo a que cualquier imprevisto descuadre nuestras finanzas.

¿Qué es un fondo de emergencia?

No es más que un ahorro destinado a cubrir gastos inesperados, desde una avería hasta una visita al dentista. La idea es tener dinero disponible y en un lugar seguro, de forma que puedas afrontar imprevistos sin recurrir a tarjetas o créditos rápidos.

¿Cuánto dinero necesito ahorrar?

La recomendación habitual es acumular entre tres y seis meses de tus gastos fijos. Para saberlo, calcula cuánto gastas al mes en vivienda, alimentación, suministros y transporte. Multiplica esa cifra por tres o seis y tendrás la meta. Yo empecé con el objetivo de tres meses y poco a poco fui ampliándolo a seis; la sensación de tranquilidad cuando lo conseguí no tiene precio.

¿Dónde guardar el dinero?

Un fondo de emergencia debe ser líquido y seguro. Las mejores opciones suelen ser una cuenta bancaria remunerada o un depósito a corto plazo que permita retirar el dinero sin penalización. No lo inviertas en productos volátiles como acciones, porque podrías necesitarlo justo cuando el mercado caiga.

Cómo empezar a construir tu fondo

1. Fija tu meta y divide en pasos

Si necesitas 3 000 euros para cubrir tres meses de gastos, pon un plazo y divide: ahorrar 250 euros al mes durante un año, por ejemplo. Verás que es más asequible si lo desglosas.

2. Automatiza el ahorro

Programa una transferencia automática el día que cobras para que una parte de tu sueldo vaya directamente al fondo. Así no tendrás que pensar y evitarás gastarlo sin darte cuenta.

3. Ajusta tus gastos y busca ingresos extra

Revisa tus gastos y elimina suscripciones o servicios que ya no uses. Vende cosas que no necesitas o busca pequeños trabajos extra. Cualquier ingreso adicional acelera la creación del fondo.

Fondo de emergencia en imagen pequeña

Consejos prácticos para tu colchón

Ventajas y limitaciones

Tener un fondo de emergencia te permite dormir tranquilo y evita recurrir a créditos caros. Sin embargo, también tiene un coste de oportunidad: el dinero no estará invertido y su rentabilidad será baja. La clave es equilibrar seguridad y rentabilidad y, una vez alcanzado el fondo, destinar el resto de ahorro a inversiones para objetivos a largo plazo.

Conclusión

Desde que tengo mi fondo de emergencia, vivo con menos angustia y más libertad para planificar. No se trata de adivinar el futuro, sino de estar preparado. Si quieres calcular cuánto deberías ahorrar o ver cómo encaja este colchón en tu presupuesto, prueba la calculadora de muerte financiera y la calculadora de ahorro mensual de Calculify. ¡Te ayudarán a dar el primer paso!

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